Recordemos que, en la primera parte, Scott Calvin era el padre divorciado reclutado para asumir las grandes responsabilidades que implica ser nada menos que "El Viejo Pascuero". Este personaje lleva ocho años con su súper rol y lo ha hecho bastante bien en el Polo Norte. Pero le salen dos problemas al camino.
En las cláusulas navideñas se estipula que "Santa" debe estar casado. Y él está divorciado. Y para colmo, su hijo Charlie se queja de abandono, pinta graffitis contra la Navidad y se porta muy mal. ¡Qué problemas!.
De ahí en adelante, el pobre Scott sólo se preocupará de controlar a su hijo y de buscar una señora para que lo acompañe al Polo Norte. Para la Navidad tendrá que estar casado o perderá definitivamente el empleo que lo ha hecho feliz durante los últimos años.
Scott parte a la conquista de Carol (Elizabeth Mitchel) y debe preocuparse de dejar a una persona que lo sustituya en el Polo Norte durante su ausencia. Entonces tiene la brillante idea de crear a un doble.
Santa parte tranquilo sin saber que este súper doble de Viejo Pascuero no tiene ni un pelo de bueno y que está dejando la embarrada en sus frías tierras. ¡Imagínate que a los niños les da carbón en vez de dulces!
