Ya pasó Nochebuena, pero probablemente todavía nos quedan un montón de esas deliciosas galletitas de Navidad o chocolates que nos trajo Santa Claus en la bota y no tenemos donde guardarlos.
Te proponemos utilizar esas latas de cocina en unos lindos tarros navideños para guardar esas delicias o incluso para adornar tu cocina hasta que vengan los reyes magos.
Primero, se limpia bien el tarro para que la pintura pegue bien. Después se pinta varias veces, para que quede bien cubierto y no se vean marcas ni etiquetas. Después en un espacio libre donde no haya nada que se pueda manchar, se sumerje el cepillo de dientes en pintura blanca y se salpica la superficie del tarro. Así hay un ambiente nevado y muy navideño.
Después se humedece la esponja en pintura dorada y se aplica en los bordes del tarro y de la tapa para darle un aspecto más elegante.
Después solo escoge algún diseño fácil como muñecos de nieve, árboles de navidad, santas, renos, o campanas, y se pinta sobre un lado del tarro con el pincel.
Por último, con un pincel delgado, se hacen los últimos detalles tales como estrellas, los ojitos de los personajes, etcétera.
Otra opción es que en lugar de pintarlos los forres con alguna tela que tenga diseños navideños, adhiriendo ésta al tarro con pegamento. Déjala secar y ya puedes utilizar los lindos recipientes.
Ahora, tienes tarros navideños para guardar lo que tú quieras, desde regalos, hasta granos y cereales en la cocina.